Las alianzas innovadoras son clave para combatir la deserción educativa
Por Richard Barth, Director General de KIPP Foundation
Uno de los temas más desafiantes en mi trabajo ha sido cómo pensar en formas innovadoras para aumentar las tasas de finalización de la universidad para los estudiantes. En 2018, sólo el 37% de los estudiantes de entre 25 y 29 años tenían una licenciatura, y si se profundiza por raza / origen étnico y nivel de ingresos, los números disminuyen a 22% para los afroamericanos, 21% para latinos y 11% para estudiantes de familias de bajos ingresos.
La solución es trabajar a través de la universidad, no solo en la universidad.
El modelo propuesto por Richard Barth consiste en la colaboración mediante alianzas innovadoras entre universidades y ONGs. El objetivo de este trabajo conjunto: poner al estudiante en el centro.
Uno de los focos principales es que los estudiantes puedan contar con "asesores" o "tutores" que puedan acompañarlos emocionalmente en su proceso de aprendizaje.
En primera persona
Una estudiante relata así su experiencia en KIPP:
"Es muy reconfortante saber que alguien está allí no solo para guiarte académicamente, sino que también puede estar allí para recibir apoyo emocional. Su apoyo me ha ayudado a poder trabajar en mis propios problemas personales y su comunicación constante me hace sentir que no soy solo un número aquí sino un individuo y que le importa".