Numerosos estudios han relacionado el consumo de contenidos audiovisuales violentos al aumento de las cogniciones y comportamientos agresivos. Esta investigación pretende aclarar si las posibles consecuencias perjudiciales de los videojuegos violentos pueden variar en función de una variable individual de las personas. Un estudio correlacional se llevó a cabo entre 6.130 adolescentes (edad media de 13,8 años) de dos países europeos, en los que se hizo evidente, por medio de análisis de regresión múltiple, que había una correlación positiva entre el uso de videojuegos violentos y las intenciones agresivas del comportamiento de los adolescentes . Más relevante, estas correlaciones fueron mayores entre aquellos sujetos con una puntuación más alta en la Escala de Agresión. Por último, al analizar las experiencias subjetivas de los usuarios de videojuegos violentos, los individuos más agresivos manifiestan un mayor deseo de imitar a los personajes del contenido interactivo, admitiendo que terminaron más agitado incluso cuando su objetivo inicial era para aliviar la tensión o relajarse. Se discuten las implicaciones teóricas y prácticas (por ejemplo, la teoría de la catarsis) de estos resultados.
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